Florence Knoll, arquitecta convertida en diseñadora de muebles, nació en 1917 en Saginaw, Michigan. Exploró la industria del mueble entre 1936 y 1937, pero la abandonó al estallar la II Guerra Mundial. Tras casarse con Hans Knoll en 1946, pasó de ser arquitecta a diseñadora de muebles y fundó la empresa Knoll's furniture. Muchos de sus diseños fueron muy venerados y celebrados por su atención al detalle y su ojo para las proporciones. Su gran dominio de la estética moderna ha dado lugar a muchos legados legendarios como mesas, escritorios, sillas, sofás, bancos y taburetes. Su formación e interés por la arquitectura no hacían sino reflejarse en sus diseños. Siluetas y geometrías elegantes eran los rasgos distintivos del diseño de Knoll. En 1965, Knoll se retiró de la empresa, pero su contribución al auge del modernismo en América es inconmensurable.